Ernst Röhm en el Tercer Reich, líder de la SA (Sección de Asalto)

Ernst Röhm, líder de las SA en el Tercer Reich 1933-1945.

Ernst Röhm nació en 1887 y es considerado una figura central en los primeros tiempos del Partido Nacional Socialista de los Trabajadores Alemanes (NSDAP). Su papel como líder de la Sturmabteilung, abreviada SA, no solo moldeó la formación de la organización paramilitar, sino que también influyó decisivamente en el panorama político de Alemania durante la República de Weimar. La Sturmabteilung fue fundada en 1920 y sirvió inicialmente como fuerza de protección para el NSDAP, asegurando sus reuniones y eventos. Röhm dirigió esta organización con una profunda convicción en los ideales del NSDAP y la presentó como un medio para perseguir los objetivos revolucionarios del partido. La influencia de Röhm dentro del NSDAP fue considerable, especialmente en el período anterior a la toma de poder definitiva de Hitler. Su experiencia militar y su carisma lo convirtieron en un importante líder que atrajo a muchos jóvenes a la SA. Bajo su liderazgo, la SA adquirió una imagen violenta y agresiva que intensificó los enfrentamientos callejeros entre oponentes políticos, especialmente los comunistas.Röhm estaba convencido de que la SA debía desempeñar un papel revolucionario en la transformación social de Alemania. Propagó la idea de que la SA no solo era una organización paramilitar, sino también un nuevo ejército de los nazis que podría reemplazar a la Reichswehr. Con el tiempo, el número de miembros de la SA creció rápidamente, alcanzando millones a principios de la década de 1930. Esta expansión llevó a un fortalecimiento de la SA y a un aumento del poder de Röhm. La SA actuaba cada vez con más confianza y reclamaba cada vez más influencia en el panorama político, lo que ponía en peligro la agenda estratégica de Hitler. A medida que Hitler consolidaba su poder, se dio cuenta de que Röhm y la SA representaban una amenaza para sus planes. La lealtad de Röhm hacia sus hombres de la SA y sus ambiciones de tener su propio control militar representaban un desafío para la autoridad de Hitler.Röhm era un decidido defensor de los aspectos "socialistas" de la ideología nazi, que también incluían una redistribución de la riqueza y la creación de una mayor justicia social. Sin embargo, a medida que el NSDAP comenzó a distanciarse de estos objetivos socialistas originales para ganar el apoyo de la industria alemana y la Wehrmacht, Röhm entró en un conflicto creciente con las nuevas prioridades del partido. Estas tensiones culminaron finalmente en la llamada "Noche de los cuchillos largos" en 1934, una brutal lucha por el poder dentro del NSDAP, durante la cual Röhm y numerosos de sus seguidores fueron asesinados. A los ojos del NSDAP, Röhm no solo era un rival potencial, sino también un símbolo de una SA militante y desenfrenada que tenía demasiada influencia en el paisaje político de Alemania y entre los diferentes centros de poder. Estos acontecimientos decisivos llevaron a la muerte de Röhm y marcan un punto de inflexión en la historia del nacionalismo, ya que Hitler pudo tomar el control de toda la estructura paramilitar en Alemania y más allá. La influencia de Röhm como líder de la SA y su visión de llevar el movimiento nacional en una dirección más revolucionaria terminaron trágicamente, pero su papel sigue siendo un capítulo importante en la historia del nacionalismo y la política alemana a principios del siglo XX.

La Sturmabteilung, mejor conocida como SA, jugó un papel decisivo y a menudo violento durante la toma de poder de los nazis en 1933.Esta organización paramilitar, fundada en 1920, tenía como objetivo asegurar la influencia del NSDAP y combatir a sus oponentes políticos. Con su táctica agresiva y su presencia en las calles, la SA no solo significó un apoyo para el NSDAP, sino también una respuesta a los desafíos que enfrentaba el movimiento político en la fase más turbulenta de la República de Weimar. En un momento en que el partido estaba bajo la presión de grupos comunistas y socialistas, la SA se convirtió en una herramienta indispensable para asegurar el control sobre las calles y la opinión pública. La SA operaba a menudo con un enfoque brutal. Sus miembros, quienes se caracterizaban por uniformes y una jerarquía marcada, eran capaces de actuar con violencia contra los oponentes políticos para suprimir su influencia y actividades. Esto se manifestaba en forma de ataques a competidores que no se reunían, especialmente a comunistas y socialdemócratas.La SA era conocida por inundar eventos políticos rivales, acosar opositores y, finalmente, cometer asesinatos. Esta agresión suscitaba miedo entre los distintos opositores y llevó a que muchos de ellos ya no se atrevieran a protestar o movilizarse contra los nazis. El uso de la violencia aseguraba que la SA fuera percibida como una fuerza en el panorama político, lo que ayudaba al NSDAP a consolidar su posición y acceder al poder político. El momento decisivo para la toma de poder fue la elección del Reichstag en marzo de 1933, que tuvo lugar después del incendio del edificio del Reichstag en febrero. La SA aprovechó los disturbios para intensificar sus ataques contra las fuerzas opositoras. El temor a un derrocamiento comunista fue hábilmente instrumentalizado en la propaganda de los nazis, de modo que la población aceptó de buen grado las acciones de la SA para rechazar las supuestas amenazas.El gobierno de Hitler implementó decretos de emergencia que restringían los derechos ciudadanos y otorgaban amplios poderes a la policía y a la SA para actuar contra los oponentes políticos. Esto llevó a una sistemática detención e intimidación de comunistas, socialdemócratas y otros opositores, mientras que la SA funcionaba como guardiana del nuevo orden nacionalsocialista. La SA también participó de manera decisiva en ejercer presión sobre los miembros del Reichstag para que votaran a favor de leyes que beneficiaran a la NSDAP y su ideología. El clima opresivo que la SA creó a través de sus acciones violentas llevó a que muchos diputados aceptaran, por miedo a represalias y a la violencia del partido nacionalsocialista. Esta interacción entre intimidación y presión política contribuyó a que la NSDAP no solo se convirtiera en la fuerza dominante en el nuevo Reichstag, sino que también pudiera obtener un poder incomparable en el sistema político alemán. Los eventos que llevaron a la toma del poder muestran cuán importante fue la SA para los planes nacionalsocialistas.No solo fue un medio de intimidación, sino también una herramienta para aprovechar las tensiones sociales y canalizarlas para sus propios fines. Los métodos brutales de la SA, así como su determinación para reprimir a los oponentes, llevaron a que el NSDAP rápidamente estuviera en camino de convertirse en un régimen autoritario. Estas dinámicas políticas y sociales, acompañadas de la violencia de la SA, allanaron el camino para la instauración de la dictadura bajo Adolf Hitler y los posteriores horrores que debían afectar a Alemania y Europa. Ernst Röhm no solo fue el líder de la Sturmabteilung (SA), sino también uno de los más cercanos confidentes de Adolf Hitler y jugó un papel significativo en los primeros años del Partido Nacional Socialista de los Trabajadores Alemanes (NSDAP). Su relación comenzó en los turbulentos tiempos políticos de la República de Weimar, cuando Hitler y Röhm trabajaron juntos para crear una plataforma para el nazismo. Röhm, un personaje carismático y enérgico, estaba fascinado por la visión de Hitler y su capacidad para movilizar a las masas. Desde sus inicios, ayudó a organizar la SA como el brazo paramilitar del NSDAP, lo cual fue fundamental para consolidar el poder de los nazis frente a los oponentes políticos y neutralizar la influencia de las fuerzas socialistas y comunistas. El apoyo de Röhm era de suma importancia para Hitler, ya que en ese momento la SA era una de las pocas estructuras organizativas efectivas que el NSDAP había establecido.Röhm gozaba de gran prestigio entre los miembros de las SA y actuaba como un vínculo con los muchos jóvenes atraídos por la ideología socialista, dispuestos a canalizar su agresión y sus ambiciones políticas hacia la renovación nacional. Bajo su liderazgo, las SA crecieron de manera dramática, tanto en términos de número de miembros como de su presencia social. Se convirtieron en un símbolo del emergente nacionalsocialismo, y sus grupos de choque se dedicaron agresivamente a defender los intereses del partido. Un aspecto importante del papel de Röhm en el ascenso al poder de Hitler fue su participación en numerosas reuniones y manifestaciones políticas, donde las SA solían actuar con un entusiasmo inédito y un machismo agresivo. Röhm era capaz de entusiasmar y movilizar a las masas, apoyando así la visión de Hitler de establecer una poderosa fuerza política fascista. Juntos, practicaron una especie de retórica política que se basaba en la explotación de miedos y emociones, uniendo a la gente en resistencia contra el establecimiento político percibido como una amenaza.En aquellos primeros años, el apoyo de Röhm a Hitler no solo era una cuestión de lealtad, sino también una conexión estratégica que ayudaba a ambos actores a influir en el juego de intrigas políticas en la República de Weimar a su favor. Röhm y Hitler compartían una dependencia mutua. Mientras Hitler se beneficiaba de la fuerza de Röhm y su capacidad para unir a las masas detrás de la SA, Röhm deseaba ganar influencia dentro del NSDAP y ascender en la jerarquía política del nuevo gobierno. Röhm esperaba que la SA fuera reconocida como una especie de fuerza revolucionaria y social en el nuevo régimen nazi, lo que finalmente lo llevaría a una posición de poder. Los dos hombres se complementaban en su búsqueda de grandeza nacional, con Hitler asumiendo la estrategia política y el combate público y Röhm la movilización en las calles y la presión política directa. Con la toma del poder en 1933 y el posterior apoyo de la SA, que desempeñó un papel decisivo en la intimidación de los opositores políticos, la asociación entre Hitler y Röhm parecía florecer.Sin embargo, a pesar de su estrecha familiaridad, esta relación no estuvo exenta de tensiones. Mientras Hitler intentaba cada vez más estabilizar el estado alemán y consolidarlo internamente, veía las ambiciones de Röhm y el poder de las SA como una amenaza potencial. Röhm y las SA perseguían una amplia militarización y un enfoque revolucionario, lo que contradecía los planes de Hitler para un gobierno controlado y autoritario. En los años siguientes, se desarrolló una profunda brecha entre Röhm y Hitler, que finalmente culminó en los acontecimientos de la Noche de los Cuchillos Largos en 1934, cuando Röhm y muchos de sus más cercanos colaboradores fueron eliminados. Esta brutal purga marcó el fin de Röhm como actor político y la consolidación definitiva del poder de Hitler. A pesar de la rápida caída de Röhm, la complejidad de su relación y la importancia de su papel en el ascenso de los nazis no solo recuerdan la dinámica de lealtad y poder en la política, sino también la importancia central de las redes y conexiones en la manipulación de las narrativas históricas.

Ernst Röhm tenía una visión futurista para el Partido Nacional Socialista de los Trabajadores Alemanes (NSDAP) y la sociedad alemana en general.Él aspiraba a una "segunda ola revolucionaria" que debería dirigir los cambios ya iniciados en el movimiento nacionalsocialista hacia una dirección más profunda y social-revolucionaria. Röhm soñaba con una reestructuración de las estructuras sociales y económicas que trascendiera la toma del poder de 1933. Creía que la NSDAP necesitaba más que una simple revitalización nacional; también debía abordar los males sociales de la República de Weimar. Su convicción era que un verdadero cambio revolucionario no solo requería la eliminación de los opositores políticos, sino también una redistribución fundamental del poder y la riqueza en la sociedad, así como la eliminación de la estructura de clases existente. Impulsado por una ideología fuertemente militarizada y populista, Röhm veía en la SA, que lideraba, el instrumento para llevar a cabo sus ambiciones revolucionarias. Para él, la SA no solo representaba un brazo paramilitar de la NSDAP, sino también un movimiento social.Quería desarrollar la SA como una organización que representara los intereses de la "gente común", especialmente de los trabajadores y de las clases socialmente desfavorecidas. En Röhm habitaba la convicción de que el nacionalsocialismo debía ser no solo un proyecto nacionalista, sino también socialista, que incluyera a las masas y pudiera reflejar las tensiones sociales en la sociedad. Sin embargo, estas ideas causaron tensiones con la élite militar existente, especialmente con el Reichswehr, que tenía como objetivo preservar el antiguo orden y oponerse a un cambio social. El Reichswehr, que a lo largo de los siglos había sido una institución central en la política y sociedad alemanas, vio con creciente preocupación el enfoque de Röhm. Los oficiales del Reichswehr temían que la SA y su agenda revolucionaria pudieran poner en peligro la jerarquía militar y alterar el equilibrio de poder en el país. Por su parte, Röhm creía que era deseable una cooperación más estrecha entre la SA y el Reichswehr, y que una mayor influencia de la SA en los asuntos militares estaba en brutal contradicción con los valores y el statu quo del Reichswehr.Esta continua rivalidad entre la SA, liderada por Röhm, y el Reichswehr, controlado por una élite conservadora y tradicional, llevó a una profunda brecha que en los años siguientes se convirtió en diversos conflictos. Estas tensiones culminaron finalmente en la famosa "Noche de los cuchillos largos" en junio de 1934, cuando Hitler, temiendo un posible golpe de estado y el creciente poder de Röhm, decidió despojar a la SA de su poder y eliminar su liderazgo. Röhm fue retratado como un traidor y sus ambiciones desacreditadas como una amenaza para la unidad nacional. El Reichswehr, que necesitaba el apoyo de Hitler, ahora sentía que su base de poder podría consolidarse al enfrentarse a las tendencias revolucionarias dentro del NSDAP. En este contexto, la relación entre Röhm y Hitler, así como las ideas radicales que Röhm quería representar con la SA, se convirtieron en uno de los momentos centrales en los que los conflictos fundamentales dentro del movimiento nacionalsocialista se hicieron visibles. Es importante señalar que la visión de Röhm de una revolución social, indisolublemente ligada a la idea de igualdad y un derrocamiento de la estructura social existente, encajaba dentro del marco más amplio de la ideología nacionalsocialista.Sin embargo, quedó claro que la concepción de Hitler del nacionalsocialismo se basaba en una fundamentación diferente, muy autoritaria y jerárquica, que estaba libre de elementos socialistas. Estas diferencias no solo marcaron el panorama político de la época, sino que también condujeron a un punto culminante dramático en la relación entre Röhm y Hitler, que cambiaría para siempre el destino de la SA y la dirección del movimiento nacionalsocialista. Röhm y sus ideales fueron finalmente identificados como una amenaza para el deseo de ascenso de Hitler, lo que resultó en la triste, pero significativa caída de uno de los líderes de ideas más emocionantes y ambiciosas de la época nacionalsocialista.

La Sturmabteilung (SA) desempeñó un papel crucial en el ascenso de los nacionalsocialistas al crear un clima atmosférico de miedo que era indispensable para establecer su dominio. La táctica agresiva de la SA fue uno de los principales medios por los cuales el Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán (NSDAP) intimidó a sus oponentes políticos y mantuvo a la población en un estado de incertidumbre permanente. La SA actuaba como una organización paramilitar, que en la primera mitad de la década de 1930 y especialmente durante la época de la República de Weimar, representó un instrumento indispensable para los nacionalsocialistas. A través de la violencia y agresiones brutales, la SA no solo aseguró espacio para el NSDAP, sino que también creó las condiciones para la obtención del poder político.La SA utilizó una variedad de tácticas para alcanzar sus objetivos, incluyendo alteraciones del sueño, ataques a reuniones de oponentes políticos, así como agresiones físicas a individuos considerados como una amenaza por el NSDAP. Estos actos de violencia no eran aleatorios, sino planificados sistemáticamente para crear una atmósfera de miedo. La SA sabía que sus oponentes no podían moverse libremente o llevar a cabo sus actividades políticas sin ser perturbados debido al constante peligro que representaban. Por ejemplo, los eventos socialdemócratas y comunistas eran interrumpidos una y otra vez por grupos de la SA, lo que llevó a muchos ciudadanos a alejarse de la participación política o a reconsiderar su asistencia a tales eventos. Esta intimidación sistemática permitió al NSDAP difundir su propaganda sin obstáculos, mientras que los partidos de oposición fueron empujados a una postura defensiva. Además, la SA estableció un sistema de espionaje y vigilancia que se infiltró profundamente en la sociedad.Los miembros de la SA fueron generalmente reclutados de las clases bajas y medias de la población, y su agresividad a menudo se basaba en un sentimiento de injusticia social y trato indebido en la República de Weimar. Al erigir un muro de violencia entre el NSDAP y sus oponentes políticos, el escenario del debate político se desvaneció y surgió un clima en el que no se toleraba ninguna otra perspectiva que no fuera la nacional-socialista. Así, en la sociedad se pudo propagar un sentimiento de impotencia, ya que muchas personas, por miedo a la violencia y la represión, cedieron y aceptaron o al menos toleraron los ideales políticos de los nacionales-socialistas. La combinación de violencia física, amenazas y un enfoque implacable contra los oponentes políticos llevó a que muchos ciudadanos sintieran en su entorno el poder de la SA, lo que afectó fuertemente el estado de ánimo general de la sociedad. En muchas ciudades y comunidades, las personas sufrieron presiones psicológicas debido a la constante sensación de inseguridad y represión abierta. Las tácticas de la SA, en particular la creación de un clima atmosférico de miedo, no solo estaban diseñadas para vencer al oponente político, sino que también servían para manipular la percepción en el público.Las personas siempre han estado más alerta, y las amenazas anónimas se convirtieron en parte de la vida cotidiana. La SA también llevó a cabo violencia sistemática contra minorías y opositores políticos, lo que apoyó su ascenso al poder. Los ataques antisemitas que ocurrieron durante este tiempo son especialmente notables, ya que sembraron la semilla para uno de los períodos más oscuros de la historia alemana. Al presentarse la SA desde el principio en la arena política como un instrumento agresivo, ofrecieron al NSDAP la oportunidad de subrayar sus ideas no solo a través de discursos, sino también a través de acciones. Aquellos que se opusieron a la ideología nacionalsocialista se enfrentaron a un peligro inminente, lo que en última instancia aceleró el ritmo del ascenso de Hitler al poder. En resumen, se puede decir que la táctica agresiva de la SA -un uso deliberado del miedo y la violencia- contribuyó significativamente a crear un clima atmosférico de temor.Este clima fue decisivo para que el NSDAP impusiera su agenda política y suprimiera la oposición. La SA se convirtió así en uno de los instrumentos centrales de los nazis, allanando el camino para su ascenso al poder y las brutales represiones posteriores en Alemania.

Ernst Röhm fue una figura controvertida en la historia de la Sturmabteilung (SA) y tenía una identidad multifacética que se apartaba en muchos aspectos de las normas sociales y las concepciones morales de su tiempo. Uno de los aspectos más destacados de su vida fue su homosexualidad declarada. Röhm aceptó abiertamente su orientación sexual y la integró en su vida, lo que le trajo tanto poder político como dificultades considerables. En una época en la que la homosexualidad estaba fuertemente estigmatizada y perseguida legalmente en Alemania, Röhm representaba una especie de fenómeno excepcional que revela una imagen cada vez más compleja y contradictoria del movimiento nacional socialista. En los primeros años del NSDAP, Röhm, debido a su carisma, sus experiencias militares y su inquebrantable lealtad a Adolf Hitler, fue una figura central. La SA, bajo su liderazgo, no solo era una organización paramilitar que tenía como objetivo suprimir violentamente a los oponentes políticos de los nazis, sino también una recopilación de varios hombres, incluidos muchos que también eran homosexuales.En la SA, Röhm vio una plataforma, no solo para realizar sus ambiciones políticas, sino también para crear una especie de comunidad en la que él y otros hombres homosexuales pudieran reunirse bajo un objetivo común. Esto llevó a que la SA fuera percibida en ciertos círculos como una especie de refugio para hombres con inclinaciones similares. Sin embargo, Röhm era consciente de que su homosexualidad estaba en directa oposición a los ideales agresivos y heteronormativos de la ideología nacionalsocialista. A pesar de la tolerancia inicial de Hitler hacia Röhm y su estilo de vida, su sexualidad se convirtió cada vez más en el punto de mira del liderazgo nacional. A medida que la Sturmabteilung ganaba más poder, también se hicieron evidentes tensiones internas, tanto dentro de la SA como en la relación con el Reichswehr y el movimiento nacionalsocialista en general. La postura cada vez más autoritaria del régimen, que a menudo promovía una visión asfixiante de los roles de género y la sexualidad, representaba un desafío significativo para Röhm y sus seguidores.Estas contradicciones culminaron finalmente en una tensión explosiva entre Röhm y el liderazgo nacionalsocialista, cuando el enfoque del partido se dirigió más hacia un control estricto de la imagen social. En particular, la Reichswehr, que cultivaba una cultura masculina conservadora y fuertemente heterosexual, vio en Röhm y su homosexualidad una amenaza a sus ideales. Se puede argumentar que Röhm se había movido al margen cuando sus ambiciones de unificar la SA y las fuerzas armadas y buscar una "segunda revolución" entraron cada vez más en conflicto con los valores militares y sociales tradicionales de la época. La agenda social y política progresista que Röhm quizás aspiraba para la SA no pudo desarrollarse en la atmósfera cada vez más represiva y autoritaria establecida por los líderes nacionalsocialistas. En la Noche de los Cuchillos Largos en 1934, cuando Hitler y las fuerzas leales a él desmantelaron el liderazgo de la SA y en particular a Röhm, también fue un ajuste de cuentas definitivo con Röhm y su abierta homosexualidad. La eliminación violenta del líder de la SA fue presentada por el NSDAP no solo como una necesidad política, sino también como una medida para sofocar en su inicio cualquier intento de establecer un nuevo orden relativamente liberal dentro del NSDAP. En última instancia, la biografía de Ernst Röhm muestra la complejidad del panorama político de la temprana NSDAP.Su homosexualidad fue tanto una fuente de fortaleza como de debilidad, y quedó claro que el período de represión política y homofobia podía destrozar también las ideas y ambiciones revolucionarias de un hombre. Mientras Röhm era indiscutiblemente una figura clave en la historia de la SA, su destino demostró cuán entrelazadas están la política del poder y las normas sociales, y cómo las discusiones ideológicas fundamentales podían al final llevar a los más cercanos confidentes de los líderes a las contradicciones de su propio movimiento.

Con el ascenso de las SS bajo Heinrich Himmler como su líder, comenzó un giro decisivo dentro de la estructura de poder nacionalsocialista, que tuvo graves repercusiones para la Sturmabteilung (SA) y su prominente líder Ernst Röhm. Las SS se habían fundado originalmente como una pequeña unidad de élite dentro de la SA para proteger la lealtad del Führer, pero gradualmente se convirtieron en una organización poderosa e influyente, responsable no solo de la seguridad del régimen, sino también de la ejecución de sus medidas más brutales. Mientras la SA desempeñaba un papel crucial en los primeros años del NSDAP para eliminar a los opositores políticos y crear una atmósfera de miedo, las relaciones de poder dentro de la jerarquía nacionalsocialista empezaron a cambiar a medida que Himmler y las SS ganaban influencia. Himmler, un ferviente defensor de la ideología nacionalsocialista, tenía una visión clara para las SS que iba más allá de las tareas originales de la SA. Buscaba transformar las SS en una organización encargada de llevar a cabo detenciones masivas, arrestos de opositores políticos y persecuciones sistemáticas de diversos grupos de población.Esto llevó a un claro campo de tensión entre la SA y la SS, ya que ambas organizaciones competían por el poder, la influencia y los recursos. Mientras que la SA, bajo Röhm y su retórica cada vez más revolucionaria, aún se aferraba a la idea de una revolución social, la SS, por el contrario, perseguía una agenda estrictamente jerárquica y racista, que se centraba en el establecimiento de un orden totalitario. Un problema central para Röhm era que sus ambiciones de integrar a la SA en un papel militar más grande dentro del estado no armonizaban con la estrategia de la SS. Himmler y la dirección de la SS no tenían interés en fortalecer a la SA como una fuerza competitiva dentro del régimen nacionalsocialista. En cambio, les resultaba evidente que debían ejercer control sobre las actividades paramilitares y relegar a la SA al fondo. Esto llevó a una disminución gradual pero imparable de la influencia de la SA y de Röhm. Röhm, que había desempeñado un papel destacado en la fase inicial de la toma del poder de los nacionalsocialistas, se encontraba cada vez más a la defensiva. Otro factor fundamental fue la política de violencia introducida por las SS. Mientras que las SA a menudo tendían a los estallidos violentos y no siempre respetaban el orden público en su agresividad, las SS llevaban a cabo una forma de violencia más dura y sistemática. Esta metodología fue considerada cada vez más efectiva por el liderazgo nacionalsocialista para obtener el control sobre la población y suprimir los movimientos de oposición. Por lo tanto, el papel de las SA no solo fue marginado, sino que su existencia comenzó a erosionarse bajo la presión cada vez más fuerte de las SS. La situación finalmente escaló en 1934 durante la llamada "Noche de los cuchillos largos". La decisión de Hitler de eliminar a Röhm y otros líderes de las SA no solo fue una expresión de su toma de poder, sino también una medida para consolidar el control sobre el movimiento nacionalsocialista. El apoyo de Hitler a Himmler y las SS creció, y con ello, la primacía de las SS se hizo evidente.Röhm fue despojado de su poder, y era evidente que la SA bajo el nuevo orden ya no tenía el mismo peso que en los años iniciales del NSDAP. La influencia de la SA no solo había disminuido, sino que también se cuestionaba su papel como fuerza paramilitar. Como resultado, se hizo evidente que Himmler y las SS no solo estaban destruyendo el poder de la SA, sino también el legado del propio Röhm. Lo que una vez había comenzado como una fuerza revolucionaria había perecido en una brutal política de poder que empujaba a la SA a las sombras de la historia. Röhm y sus intenciones visionarias, que en los primeros años del movimiento parecían tan prometedoras, se enfrentaban al imparable ascenso de una organización que irradiaba una convicción dispuesta a suprimir a sus oponentes con toda violencia. El ascenso de las SS y la erosión insidiosa del poder de la SA iluminan así la política interna de poder dentro del movimiento nacionalsocialista y muestran cuán rápido puede cambiar el viento cuando se trata de poder y control en un régimen totalitario.

En la llamada "Noche de los cuchillos largos", que tuvo lugar la noche del 30 de junio al 1 de julio de 1934, el panorama político nacional de Alemania vivió un dramático y sangriento cambio que tuvo consecuencias duraderas en el régimen nacionalsocialista y sus estructuras de poder internas.En esta noche, Ernst Röhm, el líder de la Sturmabteilung (SA), y numerosos de sus más cercanos seguidores fueron asesinados sistemáticamente. Estos eventos representaron el punto culminante provisional de las luchas internas de poder dentro del NSDAP y llevaron a la definitiva destrucción de la influencia de Röhm y de la SA. La SA había desempeñado un papel central en los primeros años del Tercer Reich durante la toma del poder por parte de los nacionalsocialistas. Era responsable de la represión violenta de los oponentes políticos y de la intimidación de la población. Röhm había ganado una gran importancia y seguidores con su retórica carismática y revolucionaria. Sin embargo, su visión de una "revolución social" y sus esfuerzos por transformar la SA en una fuerza militar significativa habían comenzado a llamar la atención del liderazgo nacional socialista, especialmente de Adolf Hitler y Heinrich Himmler. La presión sobre Röhm aumentó a medida que las SS, bajo el liderazgo de Himmler, ganaban influencia y la lealtad de muchos oficiales de alto rango en la Reichswehr se trasladaba a la nueva organización.Hitler vio en Röhm, cuyas ambiciones y lealtad personal hacia él eran inicialmente indiscutibles, una amenaza cada vez mayor. Las aspiraciones de Röhm de convertir la SA en la fuerza paramilitar predominante del régimen entraban en conflicto cada vez más con los planes de Hitler para consolidar el poder y el control sobre las fuerzas armadas. La confesión pública de Röhm sobre su homosexualidad y su trato abierto con sus relaciones personales generaron desconfianza y rechazo no solo entre los líderes militares, sino también en el público en general. Esto llevó a un apoyo menguante para Röhm, y no menos dentro de las propias filas del NSDAP. La decisión de Hitler de eliminar a Röhm en la Noche de los Cuchillos Largos fue, por tanto, determinada tanto por consideraciones estratégicas como por motivos personales. En una acción casi orquestada, Hitler no solo hizo asesinar a Röhm, sino también a numerosos líderes de la SA y algunos de sus prominentes opositores políticos.Bajo el pretexto de prevenir una supuesta conspiración de Röhm, la brutal acción se convirtió rápidamente en una realidad. Las SS, que se dirigieron implacablemente contra la SA, jugaron un papel decisivo en la ejecución de los asesinatos. Los masivos homicidios de esa noche no solo resultaron en la eliminación irreversible de Röhm y sus seguidores de la escena política, sino que también crearon una atmósfera de temor y terror en todo el movimiento nazi. La "noche de los cuchillos largos" se convirtió en un punto de inflexión simbólico que manifestó el control absoluto de Hitler sobre la jerarquía del partido y el aparato de seguridad del estado. Las repercusiones sobre la SA fueron devastadoras. La pérdida de la carismática personalidad de liderazgo de Röhm, junto con un drástico descenso de recursos e influencia, condujo a la decapitación de la organización. La SA, que había funcionado durante décadas como fuerza paramilitar, fue cada vez más desarmada y marginada.Los miembros restantes se encontraron a partir de entonces con un régimen que dejó en claro su postura sobre la lealtad y castigó rigurosamente cualquier desviación de la línea. Además, la "noche de los cuchillos largos" fue un punto de inflexión en la relación entre el NSDAP y la Reichswehr. A través de los atentados y la consiguiente eliminación de Röhm, se envió una señal a la Reichswehr de que sus preocupaciones sobre la SA y sus pretensiones de poder eran tomadas en serio. Esto permitió a Hitler ganar la confianza del ejército y consolidar su apoyo para sus futuras ambiciones territoriales y militares. En resumen, se puede decir que la "noche de los cuchillos largos" no solo representó un final brutal para Röhm y la SA, sino que también estableció las bases para el futuro panorama político de la dictadura nacionalsocialista. La eliminación de Röhm y sus seguidores fue una señal clara de la consolidación del poder de Hitler y del enfoque implacable con el que eliminaba a potenciales rivales.La noche dejó un legado de violencia y represión política que consolidó aún más las bases del Tercer Reich y legitimó las brutales medidas del régimen.

La muerte de Ernst Röhm en la llamada "noche de los cuchillos largos" en junio de 1934 no solo marcó el final de una figura carismática y controvertida en el NSDAP, sino también un punto de inflexión decisivo en la consolidación del dominio nacionalsocialista y la represión estatal en Alemania. En el período posterior a la toma del poder de los nacionalsocialistas en 1933, Röhm, como líder de las Sturmabteilung (SA), fue una figura central, cuyo influencia y visiones entraron en conflicto con las estructuras emergentes del NSDAP y las élites militares. Su violenta muerte simbolizó no solo la eliminación de una competencia de poder, sino también el afianzamiento del control de Adolf Hitler sobre el régimen nacionalsocialista. La "noche de los cuchillos largos" fue el resultado de un complejo juego de poder dentro del NSDAP, caracterizado por tensiones internas y luchas de poder. Röhm había seguido una política agresiva de expansión de la SA, que no solo apuntaba a la disidencia política, sino también a establecer la SA como una fuerza militar significativa. Esto entró en conflicto creciente con los intereses de la Reichswehr y las SS. La decisión de Hitler de liquidar a Röhm y a sus seguidores representó un paso claro para asegurar el control sobre el NSDAP y reprimir cualquier resistencia dentro de sus propias filas.Röhm encarnaba una especie de espíritu revolucionario que se oponía al estilo de liderazgo autoritario de Hitler y a su búsqueda de estabilidad y orden. Con la muerte de Röhm, la SA fue brutalmente despojada de su poder, lo que consolidó la base de poder de Hitler y fortaleció el orden predominante en la Alemania nazi. La SA, que una vez había funcionado como una organización paramilitar, fue sistemáticamente debilitada y su anterior dominio sobre la represión violenta de la resistencia política fue asumido por las SS, que se establecieron como la nueva élite del aparato nazi. Esta reestructuración condujo a un papel central fortalecido de las SS bajo Heinrich Himmler, quien no solo se ocupó del control sobre los rivales internos del partido, sino también de la implementación de terror y represión contra los oponentes políticos, considerados como una amenaza para el régimen. La muerte de Röhm también representó un punto de inflexión decisivo en la represión estatal, ya que permitió a los nazis consolidar una atmósfera de miedo y opresión. En las semanas y meses posteriores a la "Noche de los cuchillos largos", se sucedieron numerosas represiones y detenciones destinadas a suprimir cualquier disidencia dentro del partido y de la sociedad en general.El terror fue utilizado como estrategia política para sofocar cualquier forma de oposición en su raíz y para obligar a la población a adoptar una actitud permanente de obediencia. El régimen de Hitler utilizó la muerte de Röhm también de manera propagandística, para demostrar que no dudaba en eliminar incluso a sus más cercanos aliados si se presentaban como una amenaza para la unidad nacional y la continuidad del estado. Esta demostración de poder sirvió para asegurar la lealtad de la Reichswehr, de las SS y del partido, mientras que, al mismo tiempo, la sociedad se mantenía en un temor constante ante el brutal aparato de represión. Además, la muerte de Röhm llevó a una transformación masiva en la dinámica del dominio nacionalsocialista. Con las SS como nueva fuerza dentro del aparato de seguridad, el régimen del Tercer Reich ya no solo dependía del terror y el miedo, sino también de un control más estricto y eficiente sobre la sociedad. Los métodos brutales que se aplicaron en la "noche de los cuchillos largos" establecieron una norma de violencia política que a partir de entonces se convirtió en la característica distintiva del dominio nacionalsocialista.En resumen, se puede decir que la muerte de Ernst Röhm en la "noche de los cuchillos largos" se consideró un punto de inflexión en la consolidación del régimen nazi, ya que sentó las bases para una nueva era de represión estatal. Su violenta desaparición y la posterior eliminación de la SA permitieron a Adolf Hitler establecer un control centralizado y autoritario sobre el NSDAP y todo el régimen nacionalsocialista. Las secuelas de estos eventos llevaron a un clima represivo que caracterizó a la Alemania nacionalsocialista y sentó las bases para el futuro ejercicio del poder y la violencia en la dictadura. El terror de la noche transmitió un mensaje claro: el precio por las ambiciones políticas o la oposición al régimen era potencialmente mortal, y este terror se convirtió desde entonces en una parte integral de la política nacionalsocialista.

Ernst Röhm es considerado una de las figuras más trágicas en la historia temprana del nacionalsocialismo. En un momento en que el Partido Nacionalsocialista de los Trabajadores Alemanes (NSDAP) comenzaba a consolidar su base de poder en Alemania, Röhm desempeñó un papel central en este ascenso. Como líder de la Sturmabteilung (SA), era una personalidad carismática que ejercía una gran influencia sobre el movimiento.Su trayectoria vital, marcada por ambiciones y la búsqueda de una revolución social, terminó brutalmente cuando fue eliminado por su propio partido. Este desarrollo arroja luz sobre los conflictos internos y luchas de poder que existían en el NSDAP y que, en última instancia, llevaron a la sistematización del dominio nazi. Röhm, nacido en 1887, no solo fue un estrecho confidente de Adolf Hitler, sino también un principal arquitecto de la SA, que en los primeros años de la década de 1930 actuó como organización paramilitar del NSDAP. La SA desempeñó un papel significativo en la toma del poder de los nacionalsocialistas, ya que utilizó tácticas militantes y agresivas para intimidar a los opositores políticos y controlar las calles de Alemania. Röhm vivió una ideología agresiva, casi revolucionaria, que apuntaba a la creación de un nuevo orden social. Sin embargo, esto llevó a tensiones con otras estructuras de poder, especialmente con el ejército imperial, que consideraba a Röhm como una amenaza.En el tiempo previo a su asesinato, Röhm aspiraba a iniciar una "segunda ola revolucionaria", que no solo impulsara la agitación socialista dentro de la NSDAP, sino que también cuestionara la hegemonía del Reichswehr y de las élites burguesas. Sin embargo, estas ambiciones encontraron resistencia y luchas de poder que se alejaron de la visión original de Hitler. La política pragmática de Hitler para asegurar su dominio llevó a que finalmente decidiera neutralizar a Röhm para mantener el control sobre el partido y el estado. La eliminación de Röhm durante la "Noche de los cuchillos largos" en junio de 1934 fue el resultado de esta rivalidad política y ejemplifica la traición a la que también estaban expuestos supuestos aliados en la NSDAP. Röhm fue visto como un obstáculo para la consolidación del poder nacionalsocialista, y su brutal asesinato es simbólico de las violentas luchas de poder dentro del partido que tuvieron lugar en ese momento. Aquí, la tragedia de Röhm se manifiesta no solo en su muerte violenta, sino también en su mala interpretación de la agenda nacionalsocialista.Él era un hombre que luchaba con la creencia en un cambio revolucionario en las estructuras políticas y sociales de Alemania, pero al final fue traicionado por las mismas fuerzas por las que luchaba. El régimen de Hitler mostró con la eliminación de Röhm y sus seguidores no solo un control absoluto, sino también un mensaje claro para todos los demás dentro del partido: cualquier resistencia o ambiciones que sobrepasaran la línea establecida serían brutalmente castigadas. Röhm sigue siendo una figura trágica que en la historia del nacionalsocialismo se recuerda tanto como luchador por una visión socialista como víctima de sus propios juegos políticos. Él encarna la idea de que el poder a menudo se obtiene o se pierde a través de la traición y las intrigas. Su destino ilustra de manera contundente las paradojas de la vida política bajo el régimen nacionalsocialista, donde incluso los más cercanos colaboradores, que alguna vez jugaron un papel clave en el establecimiento del régimen, podían convertirse en víctimas de la brutal aplicación del poder en cualquier momento. Su muerte no solo se erige como un símbolo de su propia historia trágica, sino que también representa el final de una determinada visión dentro del NSDAP y el comienzo de una era en la que otras fuerzas dentro del partido - en particular, las SS bajo Heinrich Himmler - tomaron el control. El legado de Röhm es complicado: mientras fue considerado un héroe del temprano movimiento nacionalsocialista, finalmente fue percibido como una amenaza y eliminado por aquellos elementos del movimiento que él había apoyado. Por lo tanto, su vida y muerte son un monumento a las contradicciones internas que marcaron al nacionalsocialismo desde sus inicios.

15.08.2024